Podemos decir que los mayores impactos producidos por las actividades mineras son, entre otros:
- La degradación del medio ambiente
- El desequilibrio de los ecosistemas
- El calentamiento del planeta
- Comunidades que se ven desplazadas de su lugar de origen
- Pérdida de medios de subsistencia
- Militarización para proteger las minas, especialmente en las zonas mineras donde existe un conflicto.
- Destrucción de comunidades de indígenas
- Dependencia económica de los países del Sur a los del Norte
- Agravación de la pobreza y las desigualdades sociales
EFECTOS DE LAS MINAS SUBTERRÁNEAS
En la mina subterránea se accede por un pozo o una rampa que desemboca en las galerías y niveles de producción, los cuales están conectados entre sí por pozos inclinados. Se utilizan perforadoras y explosivos para romper el tipo –la mezcla de minerales de la cual se puede extraer uno o más metales– bajo tierra.
Generalmente, este tipo de minería tiene menor impacto ambiental que las minas a cielo abierto. La perturbación en la superficie de la tierra es menor, pero puede igualmente tener efectos sobre el agua al contaminarla con ácidos y metales e interceptar acuíferos.
Los trabajadores están expuestos a situaciones todavía más peligrosas que los que trabajan en minas a cielo abierto, por el riesgo de hundimientos, mala calidad del aire y explosiones subterráneas. Las compañías han abandonado progresivamente este método por un problema de rentabilidad, aun así, minerales tales como el carbón, níquel, zinc o plomo siguen siendo, en general, extraídos con métodos de minería subterránea.
EFECTOS DE LAS MINAS A CIELO ABIERTO
Más del 60% de los materiales extraídos al mundo actualmente lo son mediante esta modalidad.
Provoca la devastación del ecosistema en el cual incluye (deforestación, contaminación y alteración del agua, destrucción de hábitats). Dentro de este tipo de minería se distinguen, las siguientes:
-
- Las minas a cielo abierto, dispuestas en grandes fosas anchas y profundas en medio de un paisaje desnudo de recursos vivos, a pesar de contar con nuevas tecnologías que permiten mejores rendimientos en la velocidad de extracción y procesamiento del mineral, acrecientan los problemas ambientales, puesto que los materiales de desecho no acostumbran a revertir en la recuperación del lugar.
-
- Las canteras (para materiales de construcción e industriales, como arena, granito, pizarra, mármol, graba, arcilla, etc.) son minas de superficie muy parecida a las minas a cielo abierto, pero la agresión al medio ambiente, que por sí misma genera este tipo de minería, se agrava por su proximidad a las zonas urbanas. Las excavaciones realizadas, que ya carecen de cubierta vegetal, acaban convirtiéndose en vertederos urbanos, además de afectar las aguas superficiales y subterráneas cercanas a la explotación.
-
- La minería por lixiviación, se utilizan productos químicos (por ejemplo ácido sulfúrico en el caso del cobre o una solución de cianuro y sodio en el caso del oro) para disolver (lixiviar) los metales en cuestión del mineral que los contiene. Las soluciones químicas utilizadas no sólo liberan los metales deseados sino que también movilizan otros metales pesados (como el cadmio), por lo cual las aguas superficiales y subterráneas suelen contaminarse.
Aunque los impactos ambientales de la minería varían según el tipo de mineral y de mina, se trata de una actividad intrínsecamente insostenible, pues implica la explotación de un recurso no renovable mediante procedimientos destructivos o contaminantes, como la trituración, la molida, el lavado y clasificación de los minerales, la refinación y la fundición. Según el boletín del World Rainforest Movement N° 71 (de junio de 2003), en la actualidad esta resulta doblemente destructiva por su gran escala y por la tecnología que ha acrecentado su capacidad productiva.
Además, el problema radica en el reparto del trabajo en las minas; la población local sólo puede acceder a puestos de trabajo poco cualificados o subalternos puesto que el resto los ocupan personas de origen extranjero. De hecho, las minas en los países del Sur son dirigidas, explotadas y controladas por empresas extranjeras.
Los efectos negativos de la actividad minera son inevitables, la contaminación y las emisiones de CO2 nos afectan a nivel mundial, pero especialmente en África, que es la región que está más afectada por el cambio climático. Las Naciones Unidas considera que para el 2020 la productividad agrícola al continente podría bajar un 50% teniendo en cuenta que es una región que sólo emite el 3,2% de las emisiones globales de CO2. Y no sólo la agricultura y el campesinado se ven afectadas por esta situación, sino que también los recursos hídricos lo están.