Entra en vigor el Reglamento europeo que regula los #ConflictMinerals
Ayer, 8 de junio, entró en vigor el «Reglamento europeo por el abastecimiento responsable de minerales procedentes de zonas de conflicto o de alto riesgo«. Esta normativa, aprobada en el mes de marzo y después de pasar los trámites burocráticos correspondientes, adquiere vigencia y es directamente aplicable a todos los Estados de la miembros UE pero no se implementará en su totalidad hasta el año 2021: las instituciones europeas han decidido facilitar un periodo de transición para que las empresas puedan adaptarse a las nuevas condiciones.
Esta regulación, como anunciamos el pasado mes de abril, es un paso adelante hacia la regulación del comercio de minerales para hacer frente a este problema, pero es insuficiente.
Sólo afecta a empresas que importan estaño, tantalio y wolframio y oro directamente, dejando fuera el resto de minerales, y además establece unas cantidades muy elevadas. Por lo tanto, se excluyen las empresas que importan productos que contienen estos mismos minerales en la UE (como ordenadores portátiles, coches o teléfonos), y también las empresas que importan los minerales en forma de materia prima por debajo de los umbrales previstos. Estas empresas no están obligadas a cumplir la regulación, la UE sólo se lo recomienda, por lo que las entidades y la población civil aún tenemos mucho trabajo por hacer en este ámbito.
Por lo tanto, nos sumamos a la llamada de EurAc y Global Witness para que las empresas asuman el liderazgo para adquirir buenas prácticas en su modelo de suministro, sin esperar al 2021. Como dice Emily Norton, «Las empresas tienen todas las herramientas que necesitan para empezar ahora. La UE ha reconocido la urgencia de este problema y discutido esta ley durante años. Cada día perdido brinda a los grupos depredadores otro día para beneficiarse a costa de las comunidades locales».
Asimismo, alentamos a los países miembros y las instituciones europeas para que trabajen por la mejora de las condiciones económicas, sociales y de seguridad de las personas que trabajan y viven en las minas.
En este sentido, es importante contar con los actores institucionales y no institucionales del territorio y promover el diálogo entre ellos.