Retraso e irregularidades en las elecciones en la RDC
El 6 de enero se tenían que publicar los resultados provisionales de las elecciones celebradas el pasado 30 de diciembre, pero la Comission Électorale Nationale Indépendante (CENI) comunicó, siguiendo en la línea de la irregularidad de todo el proceso, que no era posible cumplir con esta previsión. El presidente de esta institución, Corneille Nangaa, compareció ayer para comunicar que «la central electoral ya cuenta con un 53% de la compilación de resultados, que se están procesando». Pidió calma al pueblo congoleño, y dijo que la CENI está trabajando día y noche para poder ofrecer un resultado, aunque no ha dicho cuándo podrá hacerlo. Los partidos de la oposición señalan al gobierno congoleño y le acusan de querer manipular los resultados para hacer ganador a Shadary, el considerado sucesor de Kabila, ya que este último ya no se puede presentar.
La República Democrática del Congo debía celebrar elecciones presidenciales el 23 de diciembre de 2018. A tres días de los comicios, la CENI, entidad en principio encargada de velar por la celebración de unas elecciones transparentes y con garantías, anunció que, por motivos técnicos y de logística, había que aplazar las elecciones una semana, hasta el 30 de diciembre de 2018.
Además, aduciendo motivos de salud por el brote de Ébola que azota la región este del país, aplazó la votación de las ciudades de Beni y Butembo hasta el mes de marzo de 2019. Teniendo en cuenta que está previsto que el nuevo presidente tome posesión del cargo a mediados de enero, esto puede implicar que más de un millón de votantes queden excluidos de facto de la votación.
Sin embargo, fuentes cercanas a Justícia i Pau aseguran que esta decisión de dejar fuera de la votación a casi un 5% del censo electoral no responde a una cuestión de seguridad sanitaria, sino de conveniencia política, porque precisamente esta zona es muy activamente opuesta al actual gobierno, ya que consideran que el presidente Kabila no ha protegido a la población, especialmente en materia de seguridad y violencia sexual contra las mujeres. Por lo tanto, hay colectivos que denuncian que esta decisión ha sido motivada, todavía, por intereses políticos y no teniendo en cuenta el bienestar y los derechos de la población. En consecuencia, este hecho fue detonante de una serie de revueltas violentas por parte de la población civil de la región, provocando la detención de una cincuentena de personas y haciendo que desgraciadamente se tuvieran que lamentar incluso víctimas mortales.
Finalmente, el pasado 30 de diciembre se celebraron las elecciones en un clima de tensión y de dificultades para ejercer el derecho de voto. A lo largo de la jornada electoral, se registraron multitud de irregularidades que obstaculizaron la votación: retrasos en la apertura de los colegios electorales, algunos de los cuales ni siquiera llegaron a abrir, votaciones en lugares no oficiales, máquinas de votar fuera de servicio, falta de papeletas de todos los candidatos (dificultando que se pudiera votar libremente), etc. Incluso, a Walungu, una localidad del Kivu Sur, murieron dos personas fruto de un altercado.
La Conferencia Episcopal Congoleña, CENCO, ha emitido un comunicado donde señala que «los datos que posee, a partir de las actas de las jornadas electorales, consagran la elección de un candidato como Presidente de la República», aunque todavía no le pone nombre. Además, remarca que la CENI está llamada, «como institución que da apoyo a la democracia, a publicar, con plena responsabilidad, los resultados de las elecciones dentro del respeto a la verdad y la justicia».