Las elecciones de la esperanza después de dos años de lucha del pueblo contra su secuestro por el régimen de Joseph Kabila, ese misterioso hijo de Laurent Désiré Kabila
Compartimos con vosotros el artículo de Moise Kayitambya, activista, anterior secretario general y fundador de GADHOP, gran conocedor de su país, sobre las causas y consecuencias del proceso electoral que atraviesa la República Democrática del Congo.
Las elecciones de la esperanza después de dos años de lucha del pueblo contra su secuestro por el régimen de Joseph Kabila, ese misterioso hijo de Laurent Désiré Kabila
Desde 2011, el pueblo congoleño ha estado alerta a las visibles prácticas de deshonestidad del régimen de Joseph Kabila. Si bien esperábamos que el proceso democrático desatado en la década de 1990 contra el régimen dictatorial de Mobutu finalmente diera sus frutos, fue contra nuestras propias ilusiones que nos encontramos en una lucha contra una reacción violenta impuesta por aquellos en quienes confiamos demasiado desde la llegada de la coalición democrática de Laurent Désiré Kabila, la AFDL (Alianzas de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Kinshasa): robaron masivamente el voto del pueblo en 2011, incluso antes del final del primer mandato democrático de 2006-2011, atacaron todas las resistencias ideológicas que emanaban de grandes pueblos, incluidos los Bakongo (fenómeno Bundu-dia-Congo) en el oeste, los Nande (aquello que nadie quiere llamar «genocidio de los Nande» en Beni por el asentamiento forzoso de población ruandesa) en el este del Kivu, la población de Kasaï con los conflictos de poder alimentados voluntariamente para debilitar la fuerte “identidad del Kasaï” en el centro del país… También provocaron múltiples conflictos e inútiles guerras comerciales y armadas para debilitar a los grupos étnicos hostiles a lo que ahora conviene llamar fuerzas aliadas de ocupación y de balcanización de la República Democrática del Congo.
Es en este contexto de pérdida total de confianza que se llevaron a cabo las elecciones del 30 de diciembre de 2018. Repitámoslo, estas últimas se producen después de una larga lucha democrática del pueblo y la oposición: mi pueblo congoleño ha perdido vidas humanas en las manifestaciones pacíficas iniciadas regularmente por los jóvenes movimientos sociales (La Lucha, Filimbi, etc.). Estos movimientos sociales han destronado a la vieja sociedad civil deliberadamente estructurada para engañar la vigilancia de los donantes internacionales mientras que seguía sirviendo al poder.
Elecciones del 30 de diciembre de 2018: la victoria del pueblo y la oposición
Cuando Corneille Enanga, presidente de la CENI (Comisión Nacional Electoral Independiente) anunció el aplazamiento de las elecciones del 23 al 30 de diciembre de 2018, el pánico y la desesperación sacudieron las expectativas del pueblo congoleño.
De hecho, desde 2016 hasta la actualidad, todas las instituciones del país están fuera de mandato y la celebración de las elecciones viene a liberar al pueblo de autoridades ilegítimas e irresponsables. Son ilegítimas porque están fuera de mandato, e irresponsables porque no organizaron las elecciones dentro del plazo establecido.
Fue necesaria una ardua y continua lucha por parte de la oposición y del pueblo para llegar a la organización de elecciones libres y transparentes. Por lo tanto, todos los intentos de extender un mandato por referéndum fracasaron; ¡viva el pueblo!
Debemos elogiar la determinación de las jóvenes asociaciones reunidas en movimientos sociales que se burlaron, de la manera adecuada, de los fondos de ayuda internacional para mantener su espíritu despierto: las embajadas de Estados Unidos y Europa no han logrado que cambien de posición ideológica. ¿Qué giro implica esto para la liberación ideológica de África? El futuro nos lo dirá.
Joseph Kabila y su guerra contra los congoleños
¿Qué significa «su guerra contra los congoleños»? Significa, simplemente, la guerra que se atrevió a librar para aniquilar el proceso democrático que comenzó en la década de 1990, incluso antes de la llegada de su padre, Laurent Désiré Kabila.
Se trata también de la serie de conflictos innecesarios que ha provocado expresamente para mantener a la República Democrática del Congo en una guerra continua y perseguir el plan de balcanización, bajo el mandato de Uganda, Ruanda, Gran Bretaña y de otras potencias a la sombra como Alemania.
En todas estas guerras, el pueblo congoleño está en el camino de la victoria. Las elecciones estuvieron marcadas por irregularidades, pero el pueblo las denunció: la victoria de la oposición y del pueblo salió de las urnas, según los resultados provisionales de los medios de comunicación y los observadores independientes como la Iglesia Católica y la sociedad civil de los movimientos sociales.
Sin embargo, Joseph Kabila todavía puede librar una última guerra imponiendo la proclamación como presidente de la República a su delfín Emmanuel Ramazani Shadari. Este delfín de última hora, presentado como un congoleño de la provincia de Maniema y abucheado por la gente como un «infiltrado ruandés», como el mismo Joseph Kabila, fracasó estrepitosamente. Con él, también fallaron los traidores Tshisekedi y Vital Kamerhe. Estos últimos traicionaron al pueblo y a la oposición al negar los compromisos contraídos por ellos mismos en Ginebra para la presentación de un solo candidato de la oposición. Su maniobra de última hora de dividir a la oposición para hacer ganar finalmente al delfín de Kabila habrá quedado en agua de borrajas.
Joseph Kabila lo ha intentado todo para hacer ganar a su delfín. Siguiendo en esta línea, atacó, en el último minuto, al grupo étnico más grande del país, privándolo de participar en las elecciones presidenciales.
Joseph Kabila y su guerra contra los Nande
¿Por qué Joseph Kabila declaró la guerra a los Nande desde 2011? Fue en respuesta a un plan de balcanización que el régimen de Kabila trazó contra quien había financiado a su padre en su persecución a Mobutu. Desde 2011, las masacres con puñales y rifles son comunes en el territorio de Beni. Las investigaciones de los expertos de las Naciones Unidas han demostrado la participación del ejército congoleño, las FARDC. A estas revelaciones no le ha seguido ninguna medida de supervisión por parte del gobierno: la complicidad del régimen se hace evidente a los ojos de cualquier observador a través de las declaraciones de muchos de los acusados en los juicios públicos que la justicia se atrevió a organizar. (…)
La única culpa del pueblo Nande es ser rico, numeroso y negarse a colaborar con los ruandeses para la balcanización del país. Este pueblo tiene todos los números para el éxito, pero se posicionó con la unidad nacional congoleña. Por ejemplo, su número se ha convertido en un obstáculo para la división de Kivu Norte en dos provincias: en el sur, Kivu Norte de Ruanda y en el norte, el Kivu Norte de los Nande. La petición ruandesa para esta división de Kivu del Norte no consiguió llegar a buen puerto.
Cabe señalar que, si Ruanda hubiera conseguido esta provincia, no habría dudado en organizar un referéndum de autodeterminación para anexarla a su país de origen. ¡Menuda trampa!
La riqueza de los Nande también ha sido el objetivo de la guerra económica del régimen de Kabila bajo dos estrategias de aniquilación. La primera estrategia fue aislar los territorios de Beni y Lubero, el bastión Nande, del resto del país por el norte a las provincias de Ituri y Tshopo, ricas en oro, y por el sur, al Aeropuerto Internacional de Goma, que recibía compradores de todo el país. La inseguridad en las carreteras al norte y al sur de Beni – Lubero desalentó la llegada de compradores a Butembo y asfixió el comercio de los Nande. Como si eso no fuera suficiente, la aduana de Kasindi, que da acceso a los países de África oriental, es la más cara de la República.
Como resultado, los Nande descubrieron la cara oculta de Joseph Kabila: es un pro-Ruanda y Uganda. Desde 2011, no solo los líderes políticos Nande están siendo perseguidos por Kabila, sino que todo el pueblo ha sufrido una masacre organizada en un verdadero genocidio y su principal actividad, el comercio, está siendo aniquilado.
El penúltimo cartucho de Joseph Kabila contra los Nande y los congoleños: la exclusión de los Nande de las elecciones presidenciales del 30 de diciembre de 2018
Este contexto nos muestra el clima político perjudicial en el que ha nadado el ciudadano promedio de Beni-Lubero desde 2011. Lo que ha despertado al resto del pueblo congoleño ha sido el bloqueo del proceso electoral. Joseph Kabila, “el Reconstructor”, se fue revelando poco a poco ante los ojos de todos los congoleños como un infiltrado venido a hacer que los extranjeros gobernaran las riquezas del país: el robo de las riquezas de Ituri, Masisi, Katanga, etc. y el bloqueo de proyectos prometedores, como la electrificación de Kivu Norte y Beni-Lubero por el gas metano del lago Kivu… ¡el pueblo congolés conoció la cara oculta del hombre que en otros espacios políticos se había mostrado como providencial!
Su último golpe contra los Nande ha alarmado a todos los congoleños. ¿Qué estaba buscando? En vísperas de las elecciones, el presidente de la CENI anunció que el territorio de Beni, la ciudad de Beni y la ciudad de Butembo no participarían en las elecciones presidenciales, parlamentarias y provinciales. Los Nande de todo el país se movilizaron, pero no pudieron cambiar nada: su único consuelo fue contar con el nacionalismo de todos los congoleños para derrotar el plan del régimen vigente.
Las consecuencias de la medida de Kabila contra Kivu Nande Norte
Se pueden prever dos consecuencias: la elección de un gobernador ruandés para Kivu del Norte debido a la ausencia de la mayoría parlamentaria de Nande y la victoria del delfín de Joseph Kabila en las elecciones presidenciales. Después del análisis, en ambos casos, las posibilidades de éxito de Joseph Kabila son menores y sólo revelan el fin de su régimen.
Los territorios de Beni y Lubero se encuentran entre los más poblados de la república y serían el segundo distrito electoral más grande del país después de la ciudad provincia de Kinshasa. Ahora, estos dos territorios se han convertido en los más hostiles al régimen de Joseph Kabila. Nadie puede imaginar ver a un solo ciudadano de esta parte del país votando por el hombre de Joseph Kabila. El electorado de Beni-Lubero es más o menos de 1.200.000 votantes, cantidad que debe entenderse suficiente para marcar una diferencia en los resultados de las urnas tanto a nivel nacional como provincial. La decisión de dejar fuera de la votación al pueblo Nande se tomó sin considerar que sus sufrimientos son compartidos por el resto de congoleños. Incluso sin Beni – Lubero, ha ganado la oposición.
Es a nivel provincial que se teme lo peor: ¿Joseph Kabila forzará la elección del nuevo gobernador de la provincia de Kivu del Norte antes de las elecciones en Beni-Lubero? Si es así, habrá permitido la elección de un ruandés para esta provincia. Y esto llevará a la continuación de la idea de balcanización, una verdadera trampa para el resto del país.
¿Cuál será el último cartucho de Joseph Kabila?
Las elecciones no fueron bien, pero el pueblo congoleño se puede consolar por haber hecho triunfar a su candidato de la oposición. Esta es la trampa tendida al régimen.
Por lo tanto, a Joseph Kabila sólo le queda un cartucho: usar su poder para imponer la proclamación de su delfín, el Sr. Shadari. Joseph Kabila usó un arma de doble filo que podía volverse contra él y sus hombres. Sí, habrá librado su última guerra contra el pueblo congoleño, cuyo resultado sigue siendo desconocido para los simples mortales que todos somos. Solo Dios sabe lo que está por venir.
Goma, 3 de enero de 2019
Moise KAMBERE KAYITAMBYA
Défenseur des droits humains – Indépendant
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